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23 y 24 de Junio del 2020

El día 6 de Agosto del 2019, la Corporación Selk’nam chile , que reúne a las familias descendientes del milenario Pueblo que habitó Tierra del fuego por más de 9.000 años, llegó al  congreso chileno para presentar su propio proyecto de ley, solicitando ser integrados a la Ley Indígena chilena, como un Pueblo vivo y presente.

Debo aclarar, que siendo parte de este Pueblo y también socia de la Corporación, esta historia me compete y la contaré en primera persona, ya que es mi propia vivencia la que pondré a disposición de quien la lea.

Acompañados del asesor de la Corporación Selk’nam Chile, y hermano Aymara Quechua , Sr. Ariel León Bacián , quien ha jugado un rol fundamental en esta historia del siglo 21, pues nos ha apoyado, orientado y representando, en todo el proceso.

La importancia de este proyecto radica, en que por algo más de 134 años, en Chile se ha negado todos los derechos a los hijos de este pueblo, que fueron víctimas de un cruel genocidio.

Entre fines del siglo 19 y comienzos del siglo 20, el proceso de colonización tardía de Tierra del fuego, y la gran necesidad de hacer prosperar la zona, llevó a cometer grandes atropellos a los pobladores originarios, a quienes nunca se les reconoció como habitantes de la zona. La necesidad de “limpiar” el territorio para instalar la industria ganadera ovina, llevó a los estados de Chile y Argentina a hacer la vista gorda a políticas de exterminio, exilio, y abusos desmedidos hacia la población indígena, que termina con un genocidio que hasta el día de hoy, el estado chileno no ha reconocido ni remediado.

Desde marzo del 2019, el directorio  de la Corporación Selk’nam chile junto al asesor y algunos socios de la corporación comenzamos un recorrido de encuentros con diputados de todas las tendencias políticas, con quienes conversamos y mostramos el trabajo que por años venimos realizando en pos del fortalecimiento cultural, manteniendo la memoria, y aspectos culturales y costumbres, primero en la intimidad  de nuestras familias, para luego y con los años comenzar un trabajo comunitario entre las familias que nos encontramos tanto en Santiago, como en regiones e incluso en el extranjero .

Este trabajo sería de vital importancia, y sus resultados fueron visibles. Ingresar un proyecto de Ley propio y con el apoyo transversal de todas las bancadas políticas, fue el primer gran logro para quienes hemos trabajado, tanto para socios de la corporación, su directorio y el asesor.

Ese día 6 de Agosto del 2019 será imborrable en la memoria de quienes estuvimos presentes. Nos esperaban las Diputadas Claudia Mix y Emilia Nuyado, quienes nos brindaron espacios, apoyo y compañía para ingresar el proyecto, fueron momentos inolvidables, la emoción que inundó el hall, hicimos declaraciones y agradecimos a los ancestros, vi muchas lágrimas y se, que alimentamos las esperanzas, nos fortalecimos, pues sabíamos, que era un muy buen principio, pero solo eso, el principio de un largo proceso, que parecía augurar muchos momentos emotivos.

Todo indicaba que la espera sería larga, sin embargo, el 22 enero del 2020, se discutió este proyecto en la comisión de derechos humanos y pueblos originarios, saliendo nuestro proyecto victorioso, con la votación unánime de la comisión, en favor de integrar al Pueblo Selk’nam a la Ley indígena. Pasábamos entonces a la espera de ser puestos en tabla en la cámara de diputados

Nuevamente, la espera fue más corta de lo que imaginamos.

Sólo un par de días antes llegó el aviso, el día 23 de junio estaba en tabla nuestro proyecto de ley, fue entonces que el nerviosismo y el cansancio asediaron , pero no la esperanza y la convicción de que la justicia para nuestro Pueblo llegaría.

Fueron unos días intensos, había que apresurar el trabajo y dar a conocer nuestra realidad a los diputados que aún no nos habían recibido, y dar a conocer a todos los chilenos del verdadero significado de este proceso, pues aún hay mucha gente en Chile y el mundo que piensan o prefieren creer que estamos extintos.

El día 23 de junio llegó y sufrimos cada minuto, sin embargo no se alcanzó a votar, pues el tiempo jugaba en contra, quedaría pendiente para el siguiente día.

Una noche interminable en vigilia, en contacto con la comunidad, con las familias, que por ser tiempo de pandemia y cuarentena, tuvimos que vivir este proceso en distancia física, pero muy unidos en el espíritu, sabíamos que era un día definitivo para todo nuestro trabajo.

Parecía que las cosas no iban bien, y por algunos momentos decaíamos, pero no podíamos ni debíamos perder la fe, yo estaba segura que nuestros ancestros nos guiaban.

Cuando comienzan las presentaciones de los alegatos, y empezamos a escuchar las palabras de los diputados y diputadas que intervinieron, íbamos quedando sin habla, solo nos mirábamos los que estábamos en el comedor de mi casa, mis hijas y una gran amiga, que estaba atenta a darnos una palabra de aliento, o un vaso de agua.

Supe, al escuchar las intervenciones que no podía salir de esa sesión un resultado negativo, sin embargo quedé sin aire cuando se encendieron las luces de la pizarra de votos…148 a favor, 0 en contra y 2 abstenciones. Creo que fue un resultado muy poco común en la cámara de diputados, pero era un resultado justo, que reflejaba nuestro esfuerzo, no por convencer a nadie de nuestra realidad y de quienes somos, sino, del esfuerzo por ser transparentes y dejar al descubierto con datos, con documentos, una realidad que en Chile aún se desconocía, hasta hace unos pocos años.

Quienes nos escucharon, entendieron que somos los hijos del exilio, los hijos de los que sobrevivieron a la más cruel de las vejaciones, mujeres, hombres jóvenes y niños violados, vendidos, esclavizados, desarraigados de su tierra en contra de sus voluntades, alejados de sus familias y llevados a lugares lejanos, en donde ni siquiera podían tener contacto entre ellos, cada uno sobrevivió en silencio, en medio del miedo y de la enajenación cultural, obligados a hablar un idioma que les era extraño, obligados a rezar a un Dios que no les era natural y a vivir en medio de un sedentarismo que iba contra toda su naturaleza.

Este resultado trajo a mi mente todo eso y más.

El Pueblo Selk’nam es un Pueblo vivo que ha podido superar todo lo que aparentemente es insuperable, pero allá en Tierra del Fuego, aún quedan miles de tumbas NN en medio de los bosques, de la estepa y de las rocas. Nadie supo dónde quedaron sus cuerpos, nadie los pudo extrañar ni llorar, y siguen allí esperando ese día en que sus hijos lleguen desde ese cruel exilio a regar con lágrimas sus tumbas esparcidas en todo el territorio.

Nuestros ancestros esperan ese día en que se haga justicia y se conozca la verdadera historia de Tierra del Fuego y sus procesos.

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