La comunidad Indígena Selk’nam Covadonga Ona que trabaja a través de la Corporación Selk’nam Chile, existe desde el año 2015, El recorrido a través de los años ha sido duro, pero a la vez lleno de pequeñas satisfacciones, como la llegada de una nueva familia que desea reivindicar su ancestralidad selk’nam.
Diversas son las líneas de trabajo a través del tiempo, sin embargo un eje principal es la memoria, que no solo se aborda desde la oralidad familiar, también se contrasta con la historiografía y ciertamente van naciendo inquietudes y necesidades que terminan convirtiéndose en iniciativas, como por ejemplo, el volver a tejer el junco, redescubrir la conchería, y sin duda el idioma ha ocupado gran parte de estos esfuerzos por recordar y fortalecer esta memoria que si viene cierto está en extremo vulnerada, no todo se ha perdido. Parte por la gran cantidad de registros que existen, parte por los pedazos de memoria que llega a la comunidad con cada familia que la compone, todo sirve a la hora de iniciar un nuevo proceso.
Desde el 2019 la Corporación Selk’nam chile se vio enfrentada a una dura batalla, la que, hoy en día sigue férrea, en la lucha por reivindicar los derechos, ya que el reconocimiento legislativo siendo integrados en la Ley Indígena 19.253 se logró, recién en septiembre del 2023.
El haber sido considerados extintos académicamente desde los años 60, hizo que en Chile el Pueblo Selk’nam sea considerado “patrimonio, mercancía e inspiración” para todo tipo de obras de arte y no “tan arte”, emprendimientos, y por supuesto gran parte del interés de la academia de realizar estudios y artículos basados sólo en la historiografía ya escrita.
Desde el corazón de la comunidad, nos empeñamos en no esperar un reconocimiento ni “que alguien” nos diera un permiso para tomar nuestra propia memoria y comenzar un trabajo de fortalecimiento desde la intimidad, pasando año tras año por crecimiento y maduración.
El 2021, nace la Fundación Hach Saye, iniciativa de una de las familias de Covadonga Ona, que separa un poco las aguas entre el trabajo legislativo que nos inundó el día a día por casi cinco años, del trabajo de fortalecimiento cultural que encierra todos los aspectos que no tienen que ver con la integración del Pueblo a la Ley Indígena.
Entonces desde el 2021 hemos realizado un trabajo paralelo. Las mismas personas, la misma comunidad, que se ordenó para avanzar de forma simultánea en el trabajo: por un lado, la integración del Pueblo a la ley Indígena chilena y por otro lado todo el trabajo que involucra el fortalecimiento cultural, identitario. Lo más importante y que marca la gran diferencia es el regreso al territorio, ya que, desde la formación de la Fundación y la llegada a Tierra del Fuego a principios del 2021, nos ha permitido sentir, vivir y recorrer convirtiendo la teoría en aprendizaje práctico con la vivencia cotidiana.
Todo este trabajo de fortalecimiento y de revalorar los saberes ancestrales que tan diluidos se encuentran, sobre todo el idioma que sin duda ha sido el mayor desafío que hemos tenido como comunidad, toman otro sentido y valor cuando realizamos acciones para sacar nuestra memoria y cultura de un imaginario colectivo que nos pone a un nivel de insumo atractivo, leyenda o mitos, pues estando en territorio no se replica…se vive.
Establecer hoy en día cuál es nuestro idioma materno es una hazaña, toda vez que existen numerosos intentos de reconstrucción, unos muy válidos y que son un aporte, pero otros que en verdad son un aprovechamiento extractivista de personas inescrupulosas, que incluso han tenido la desfachatez de auto nombrarse salvadores del idioma.
Nuestro trabajo no pretende hacerse dueño de la verdad, sin embargo, tenemos la certeza que nadie puede adjudicarse “el rescate del idioma selk’nam“ a puertas cerradas sin darle la oportunidad a quienes somos selk’nam de participar u opinar, y como sabemos que no somos la única organización en chile y que del lado argentino de Tierra del fuego se encuentra la hermana comunidad Rafaela Ishton, quienes tienen un trabajo de muchos más años que nosotros, pues ellos han tenido la gran fortuna, en medio de tantos infortunios, de nunca haber salido del territorio, lo que ayudó a que no se les perdiera de vista, aunque de igual manera han luchado contra el flagelo de la palabra extinción, pues la antropología purista de los años 60’ lapidó nuestra existencia en ambos lados de la isla, pero al menos al estar en territorio, pudieron plantarse firmes y organizarse mucho antes que nosotros, pues en Chile fuimos exiliados y enajenados culturalmente con un lapsus histórico que sólo se resistió al interior de las familias de los sobrevivientes del genocidio, en el más absoluto silencio, vulnerados e invisibilizados.
El hostil camino de fortalecer un idioma
Una de las grandes problemáticas a las que nos hemos enfrentado los Selk’nam del siglo 21 en Chile, es la dura realidad romantizada a tal punto que aún existe una resistencia marcada a nuestra existencia, por ser más efectiva, generosa y comercial la visión del Pueblo Selk’nam extinto, víctima, vulnerado y abusado, con registros fotográficos que sirven para realizar exposiciones y productos comerciales.
Investigadores, científicos, historiadores, antropólogos, artistas…en fin…todos han querido ser quienes registran los “últimos vestigios” de este idioma o memoria, o lo que quede, para ser quienes lo salvan del olvido o ayudan a su fortalecimiento. Una visión muy paternalista que ha dado como resultado distintos trabajo y enfoques que muy poco o nada ayuda a la realidad del Pueblo Selk’nam hoy en día.
Registros que ayudan son las recopilaciones de pioneros, misioneros e incluso investigadores que pasaron por Tierra del Fuego en plena colonización como los de los Misioneros José María de Bovaire han sido de gran ayuda, incluso trabajos tardíos como los de Gusinde y Chapman que son ampliamente conocidos, ya que, a pesar de que, hay muchas críticas de nuestra parte hacia ellos, también hay que reconocer que parte de sus registros nos son de mucha utilidad.
Es por esta razón que sabemos que pueden existir más de una manera de interpretar la gran cantidad de documentos que existen haciendo referencia al idioma selk’nam. Entre ellos más de un diccionario.
Como comunidad Covadonga Ona hemos decidido hacer un trabajo comunitario, en el que año a año vamos reconociendo nuestra lengua materna, sin dar por real tal o cual palabra, hemos descubierto que tantas formas de escribir hay para una palabra, como cantidad de colonos o misioneros la pudieron recopilar, y este ejercicio, por supuesto lo realizaban con la base de su propia lengua materna.
Por lo mismo, en ejercicio comunitario hemos ido definiendo de qué manera vamos usando nosotros como comunidad esas palabras, cómo nos es más fácil escribirla y de qué manera podemos decirla sin atropellar la esencia de nuestro idioma ancestral, escuchando las grabaciones que existen y descubriendo en el mismo territorio cómo fluye la palabra y el sonido cuando se habla con frío y viento.
Imitar los sonidos de la naturaleza, de los animales y aves, nos ayuda a descubrir como suenan algunas palabras, pues la base onomatopéyica es innegable.
Es así que desde el 2021 hemos estado reestableciendo el nexo con el idioma de a poco, con paciencia y de forma colaborativa, nadie puede adjudicarse un trabajo de esa envergadura, pues nadie nos puede imponer cómo queremos hacer uso de nuestro patrimonio inmaterial, de nuestra propia cultura e historia.
Nace una escuela
A través de los años este continuo caminar entre el idioma, la escuela y el fortalecimiento cultural identitario derivó a una realidad que poco imaginamos cuando partimos hace ya tantos años. Cada vez que llegaba una familia a la comunidad, partía todo desde cero, pues sabemos que las familias descendientes de selk’nam no tienen más que alguna noción de serlo, y chispazos de memoria mal heredada por miedo.
Entonces cada año nos convocábamos para repasar la historia, pasada y procesos presentes, pero algo muy importante surgiría ya estando en Tierra del Fuego el año 2021.
Nuestros amigos y colaboradores comenzaron a preguntar si podían aprender de nosotros y con nosotros nuestra versión de los hechos históricos y procesos actuales, así como poder entender nuestra espiritualidad.
Ya teníamos la experiencia de los talleres al interior de nuestra comunidad, cada año que pasaba, nuestra instancia educativa crecía en materias y en interesados, los primeros, debo destacar que fueron nuestros amigos guardaparques del Parque karukinka, quienes accedieron por el inmenso interés de aprender y mejorar el discurso histórico en el Parque, para nosotros fue una gran alegría poder brindar apoyo ya que desde el 2019 el Parque nos ha apoyado a través de convenio.
Así, necesariamente llegó el momento de evolucionar y dar paso a una escuela de cultura que nos permitiera como Fundación poner un sello a nuestra comunidad y relevar nuestra existencia.
Entonces comenzó a surgir la interrogante ¿Cómo poder transmitir la esencia de la espiritualidad de la cultura selk’nam de forma gráfica, sin caer en el mismo error que tanto criticamos, como es el uso de los arquetipos e iconografía? La respuesta no se hizo esperar, sólo teníamos que mirar hacia adentro de nuestra comunidad, y darnos cuenta de nuestro propio proceso de cómo nos reconectamos con nuestra cultura, con nuestra historia y procesos. Pues todo está en el territorio.
Es así como comenzó el levantamiento de temas importantes para conocer el territorio, para sentirlo y vivirlo desde los ojos de los selk’nam.
El año pasado toma vida nuestra escuela de cultura Selk’nam, con una malla curricular que conta de 15 clases que abarca materias integradas que permiten abordar el tema desde una mirada crítica, pero a la vez con información que no s fácil conseguir sobretodo en los libros de historia, y que permite llegar a la esencia espiritual.
Nuestra primera versión tuvo 24 alumnos de los cuales 11 terminaron con la asistencia requerida y examen aprobado. Nuestra primera escuela duró 15 sábados consecutivos con la participación de 10 profesores, todos especialistas en sus áreas y que donaron una jornada de clases para que esta escuela toma vida.
Este año partimos nuevamente con la iniciativa, y nos encontramos con una alta demanda de solicitudes desde nuestros amigos, colaboradores e instituciones regionales, lo que nos alentó para continuar y nuevamente solicitar a nuestros amigos docentes que nos apoyen. En esta nueva versión se suma el invaluable patrocinio del Instituto Nacional de Derechos Humanos INDH, lo que realza nuestra escuela por haber pasado por un minucioso preliminar examen para acceder a este patrocinio.
Entonces el año 2024 hubo continuidad de quienes realizaron el primer nivel con un segundo nivel de 10 clases en donde se profundizo en algunas materias muy importantes como los derechos humanos, las consecuencias emocionales del genocidio, la espiritualidad y el idioma. Podemos decir con alegría que tenemos los primeros certificados con dos años de escuela.
Paralelo a este segundo nivel comenzó nuevamente el primer nivel esta vez con 50 cupos, que se llenaron muy rápidamente.
En promedio tuvimos entre 20 y 24 alumnos en asistencia regular, de los que finalmente 21 rindieron sus exámenes de forma satisfactoria. Las 15 clases parecieron pocas en contraste con el entusiasmo de nuestros amigos que pertenecientes a diversas instituciones públicas, culturales, educacionales y museos principalmente de la Región de Magallanes.
Entre muchas clases de historia pasada y presente del Pueblo e idioma se suman importantes clases como: Reencuentro proceso legislativo en la integración a la ley 19.253, Agentes contaminantes y amenazas al medio ambiente en Tierra del Fuego, Memoria genocidio consecuencias emocionales, Turberas en Patagonia, Derecho indígena en Chile, revisión histórica y miradas hacia el futuro. Un viaje de ida y uno de vuelta, La arqueología de Tierra del Fuego para las comunidades actuales, ¿Por qué conservar el Humedal de Bahía Lomas, único santuario de la naturaleza de Magallanes?, Productividad en Tierra del fuego, Oro, Ovejas, petróleo, turismo, H2V, Derecho al arte como lenguaje, Trabajo territorial y visión comunitaria. Regresando al territorio Fundación Hach Saye. De la misma forma el segundo nivel profundizó en idioma, espiritualidad, pero también abordamos temas muy importantes como: Nociones generales de derechos humanos (historia, conceptos, características y principios), Sistema Universal de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Patrimonio. Situación actual, de acuerdo al marco legal vigente en Chile, Memoria genocidio consecuencias emocionales, Enraizada, Arte en Tiempos de Crisis Climática.
Agradecemos profundamente el compromiso y la generosidad de cada uno de los profesores que donan sus conocimientos y tiempo para dar vida a esta escuela comunitaria, que nace desde la necesidad de afianzar nuestra existencia basándose en los hechos reales, históricos, pero con pertinencia cultural respetuosa.
Nombrarlos es el mínimo reconocimiento para quienes han participado de la escuela 2023 y 2024 y que creen en nosotros y forman parte de nuestra hermosa red de amigos. Nicolás Lira, María Paz Aedo, Alejandra Muñoz, Rodrigo Munzenmayer, Carmen Espoz, Bárbara Saavedra, Melissa Carmody, Camila Marambio, Brian Fleet, Erik Jaña, Isis Troncoso, Blas Flores, Camila Santibáñez y Hema’ny Molina.
Podemos decir que cuando se unen las voluntades, la verdad y el respeto…entonces la magia se hace realidad.